Así tal cual el título, ya llevo cien páginas del grande librote, resulta que es un autor japones y tengo una lectura que es la mejor de tal autor. Al momento me ha impresionado, toma un inicio de suspenso con una llamada telefónica, y luego le sigue con un poco de erotismo, eso como que fue para atraer al lector, pero a mi no me agrado más bien esperaba que terminará y pues para bien termino el asunto. Es que no es lo que espero leer y me espanta ya que voy en el tren y pues la gente ve lo que lees, no creo verme bien con páginas de tal tipo. Por suerte ya no se ha presentado temitas de tal estilo.
Evidentemente fue un buen comienzo del autor ya que te atrapa para que sigas en la lectura. Me sigue impresionando pues al momento me mantiene en suspenso ya que sigue planteando mas interrogantes que no se que ha pasado. Y pues ha conjugado a mi gusto muy bien sus temas y ha sido amena la lectura.
Debo integrar al comentario que la edición esta bien ya que es un tamaño sobrio, con una letra que si dan ganas de leer. Y lo más importante, no pesa el libro, ¡uf salvada!, pues me molestaba tener que llevar un mega tabique para poder leerlo.
Encontré una frase muy buena que justo aplico ayer por acontecimientos y saltan varios comentarios al pequeño avance que llevo. De ahí la inquietud por escribir este inicio para dejar la referencia inicial y ver las siguientes paulatinamente.
No había querido leer la contraportada, pero ya lo hice, y pues ya me ando imaginando como tornará tanto misterio en terror, en asunto inimaginables. Me sorprende el enfoque de adivinos, agua, gato, descripción de un lugar popular, de un tipo cotidiano y simple, de simplezas de la vida, en el emparedado, planchado, comida, conversaciones. Hace el autor un uso descriptivo de las cosas, en apariencia trivial, pero sin caer en la exageración, digamos como la parte erótica de la llamada.
Tal vez me identifique con el personaje por lo laborar, pero igual es un personaje indiferente y reflexivo y no es tan desagradable. Evidentemente el personaje tiene defectos, pero lo salva su reflexividad.
Aplaudo que esas cien iniciales hojas sean gratas, pues me propuse leer el libro, pero no imagine tales cosas, más bien pensé sería una pesadilla, pero será una pesadilla idealista y divertida en su estilo de redacción. En hora buena para el autor.
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